En los últimos dos años, venimos observando cómo las grandes compañías anuncian su predisposición a estudiar cómo la inteligencia artificial puede ayudar al crecimiento del negocio. De esta manera, sus responsables acuden no sólo a eventos tecnológicos en los que se reflexiona sobre los beneficios de la inteligencia artificial sino que incluyen constantemente en sus discursos por qué esa tecnología también puede funcionar en su empresa.
El “change management” ha sido uno de los retos de toda empresa con cierto volumen de negocio desde siempre, pero podemos confirmar que la transformación digital ha puesto este reto en una auténtica prioridad para la implementación de las nuevas tecnologías. La Inteligencia Artificial, ¿es una barrera o una oportunidad para los responsables de la gestión del cambio?
La Inteligencia Artificial es, sin duda, una gran oportunidad para los responsables de la gestión del cambio, pero también puede convertirse en una barrera si no se gestiona adecuadamente. La clave está en cómo se comunica y se implementa. El cambio cultural que supone la introducción de la IA puede generar resistencia, especialmente si los empleados ven a la IA como una amenaza en lugar de una herramienta para mejorar su productividad. Por eso, los líderes de gestión del cambio deben enfocarse en la transparencia, la formación y el acompañamiento continuo, ayudando a la organización a visualizar la IA como un aliado estratégico. La oportunidad radica en que la IA no solo mejora los procesos, sino que puede redefinir el valor que una empresa entrega a sus clientes, abriendo nuevas oportunidades de negocio y eficiencia.
Si tuvieses que puntuar a las empresas españolas a la hora de evaluar cómo el change management aplica en el proceso de implementación de la IA, ¿qué nota les pondrías? ¿Me podrías detallar los motivos?
Pondría una nota media de entre 6 y 7. Aunque en España cada vez más empresas están adoptando la IA, muchas todavía no han incorporado las mejores prácticas en la gestión del cambio. En gran medida, esto se debe a la falta de preparación a nivel de liderazgo y a la carencia de una estrategia clara de integración de la IA en los procesos de negocio. Muchas veces, la implementación de IA se percibe como un proyecto tecnológico aislado, en lugar de una transformación integral que requiere ajustar las competencias de los empleados y la cultura organizacional. Sin embargo, las empresas que lo hacen bien destacan por su compromiso con la formación y por involucrar a todos los niveles de la organización en el proceso de cambio.
¿Cuál es para ti el principal error de las empresas en la gestión del cambio y cómo crees que deberían prepararse o anticiparse para no caer en él?
El principal error es subestimar la importancia de la dimensión humana del cambio. Muchas empresas centran todos sus esfuerzos en la tecnología, pero olvidan que son las personas quienes hacen posible la adopción exitosa. No comunicar adecuadamente el propósito del cambio, ni proporcionar el apoyo y la formación necesarios, puede generar rechazo y frustración. Para anticiparse a este error, las empresas deben adoptar una estrategia centrada en las personas desde el inicio, involucrando a los equipos en la toma de decisiones, clarificando el “por qué” del cambio, y proporcionando recursos suficientes para que se sientan capacitados y seguros durante la transición.
¿Qué roles hay que tener en cuenta en el proceso de implementación de la IA en las empresas y cuál es para ti el más importante?
Cada rol es crucial, pero si tuviera que destacar uno, sería el del “Agente de Cambio”. Este rol es el puente entre la estrategia tecnológica y las personas que la implementan. El Agente de Cambio es quien traduce los objetivos de la IA en un lenguaje comprensible para todos los empleados, mitigando resistencias y asegurándose de que la transformación sea inclusiva. Sin una figura que guíe a la organización a través del cambio, incluso la mejor tecnología puede fracasar.
Se dice que el CEO es el que tiene la visión más clara de un negocio. ¿Crees que a veces su rol se pierde en este proceso de implementación y éste debería estar más presente?
Sí, en algunos casos, el rol del CEO puede diluirse si no hay un compromiso activo en la implementación. El CEO debe ser el principal patrocinador del cambio, no solo a nivel estratégico, sino también en la comunicación y motivación de toda la organización. Un liderazgo visible y comprometido inspira confianza y reduce el miedo al cambio. Si el CEO no está involucrado de manera tangible, el mensaje de la importancia de la transformación puede perderse en los distintos niveles jerárquicos.
En estos 15 años de experiencia trabajando con la IA, habéis visto muchas empresas que han implementado vuestras soluciones. ¿Cuál es vuestra recomendación principal y cómo evaluáis el resultado, seguimiento y control de las empresas tras una primera fase de las mismas operando con esta tecnología?
Nuestra recomendación principal es que la implementación de IA no debe verse como un proyecto con un inicio y un fin. Es un proceso continuo que requiere ajustes, aprendizaje y una constante evolución. Después de la fase inicial, es fundamental que las empresas tengan mecanismos de seguimiento claros, con KPIs bien definidos para medir el impacto de la IA no solo en términos de eficiencia, sino también en el bienestar de los empleados y la satisfacción del cliente. Además, sugerimos que siempre se mantenga una mentalidad de mejora continua, ajustando y actualizando los sistemas de IA para adaptarse a los cambios del mercado y las necesidades internas